NUESTRA VISIÓN
¿Qué es la cábala?
Después de meditar profundamente sobre el verdadero trabajo de un cabalista, la primera conclusión a la que he llegado es que la labor de un místico de la Cábala se puede definir por lo que NO es la Cábala.
La Cábala no es un camino de ortodoxia religiosa.
Es verdad que existen muchos judíos ortodoxos que estudian y practican la Cábala, pero la Cábala puede ser experimentada por todo ser humano. Por lo tanto, aunque es indudablemente judía en su raíz y en sus ramas, la Cábala representa la universalización del misticismo judío. Por ese motivo, no hay necesidad de ser judío para estudiar y experimentar la Cábala.
La Cábala no es un camino esotérico.
Es decir, no se mezcla con las distorsiones que sufrió esta mística con los diversos movimientos espiritistas. La Cábala no es sectaria. Si algún grupo es sectario, indudablemente eso no es Cábala. En la Cábala no tenemos gurús a los que seguir, porque la espiritualidad busca la liberación del sujeto y no la transferencia del poder a un gurú. Donde existe un gurú, no existe la Cábala.
La Cábala no es un sistema exclusivamente psicológico o de coaching.
Si bien tiene importantes aplicaciones psicológicas, la Cábala representa una cosmovisión de toda la realidad. La psicología es una rama donde la Cábala se aplica, pero no se puede reducir la Cábala a un simple método psicológico.
La Cábala no es ritualista.
Existen rituales en la tradición del judaísmo, pero no se necesita realizar rituales para salvarse. Si la persona encuentra la felicidad en un ritual, la Cábala lo acepta. Pero el ritualismo excesivo, que tiene la pretensión de que una persona será más elevada por la inmersión en el agua o matando un gallo o una gallina en el Día del Perdón, no es un camino válido por la Cábala. Todo ritual que no cause una transformación real en la interioridad será solamente un acto exterior carente de sentido.
Ahora sí, creo encontrarme en condiciones de definir qué es la Cábala.
La Cábala no es un camino religioso, sino un camino de conocimiento (Daat). En este sentido, la Cábala es una ciencia espiritual rigurosa y con conceptos precisos.
La Cábala no es un camino dogmático: es un camino para la libertad del ser humano.
La Cábala no es esotérica buscando la salvación en ideas extrañas y distorsionadas o siguiendo la imagen de un gurú y, por último, la Cábala no es ritualista, porque busca la interioridad del ser humano.
La Cábala no es dogmatismo, ni esoterismo, ni racionalismo, ni ritualismo, ni coaching. La Cábala no es ningún «ismo». La Cábala no es «cabalismo»: la Cábala lo es todo y todos los «ismos» son fragmentos de una realidad única.
Si usted ve dogmatismo religioso, esoterismo de un gurú, rituales sin sentido… todo eso son fragmentos de la oscuridad (klipot).
Porque la Cábala es libertad de pensamiento, avance científico, realización interior, experiencia de elevación de la conciencia del sujeto y felicidad individual.
La Cábala es la pretensión de no quedar atrapados en la fragmentación de este mundo conflictivo, es alcanzar la paz y el amor interior, que se puede elevar siempre hacia el Infinito.
La Cábala es un camino espiritual y científico.
Mario Sabán, fundador y director de la Escuela de Cábala