Iris Prodan
Psicóloga y astróloga. Estudia e investiga Cábala.
Vive en Buenos Aires, Argentina.
En 1980 se licenció en Psicología, orientándose al psicoanálisis lacaniano. Se dedica a la clínica desde entonces y durante 15 años trabajó en Centro de Salud Mental Nº1 de la Ciudad de Buenos Aires, donde fue coordinadora del equipo de adolescentes y adultos jóvenes.
Hacia el año 2000, se embarcó en un viraje profundo para abrir paso a una búsqueda existencial y espiritual a través del estudio de la astrología, la terapia de vidas pasadas y la terapia vibracional con cuencos tibetanos. En este contexto se acerca a la Cábala, que abre un camino nuevo, una visión diferente y un mundo pleno de preguntas Esto despertó un fuerte interés por esta sabiduría, impulsándole a estudiar y así encontrar respuestas inspiradoras a su búsqueda.
Entre 2001 y 2004 se formó como astróloga en Casa XI, y en el año 2004 se produjo el encuentro con la Cábala. Su primera aproximación estuvo principalmente vinculado a la práctica y la experimentación con el Árbol de la Vida. El eje teórico fue complementando este ejercicio, estudiando e investigando de forma autónoma la obra de maestros cabalistas. Desde 2019, está cursando la Maestría de Cábala en la Escuela de Psicología y Cábala del Dr. Mario Sabán, y seminarios de Meditación Hebrea con Ruth Percowicz.
Por el lado de la docencia, desde el año 2006 trabaja con grupos, continuando la aproximación a la Cábala a través del Árbol de la Vida y acompañando el proceso que realiza cada uno con cada esfera durante diez meses. Se corrobora así cómo el contacto y la invocación energética de los símbolos producen transformaciones y aceleran procesos que van mas allá de lo mental, despertando otros niveles de conciencia.
La astrología y la Cábala entrecruzan sus conocimientos enriqueciéndose mutuamente, lo que permite acompañar y profundizar el camino individual de búsqueda. Este trabajo revela y rectifica hábitos y apegos para poder desplegar el potencial que traemos y los aspectos creativos de cada uno, y así conectar con lo más genuino de nosotros mismos.