ESCRITO POR LIZ LANIADO [profesora de la Escuela de Cábala].
Quiero compartir este escrito con ustedes para dar a conocer herramientas realmente enriquecedoras y que sirvan en tu vida para generar dentro de ti armonía, equilibro, sanación y mayor consciencia de lo que nos conforma como seres humanos y como seres energéticos.
Ya que somos seres de luz encarnados en un cuerpo físico, considero que es muy importante conocer cómo está conformado nuestro cuerpo y nuestra alma en todos los niveles.
A lo largo de mi vida he estudiado y aprendido muchas cosas que me han hecho darme cuenta de la grandeza que llevamos en nuestro interior, de lo perfecto que somos y la sabiduría con la que fuimos creados.
Soy licenciada en Educación, psicoterapeuta Gestalt, sanadora bioenergética y canalizadora. Manejo técnicas como la sanación energética y cabalística. Aunque mi trayectoria se basa más en los aprendizajes que he vivido de manera personal, tengo la fortuna de manejar distintas técnicas terapéuticas, como la terapia de cuarzos, la biomagnética y la acupuntura… ¡Esta última es una de mis favoritas! Es una ciencia milenaria en donde se conecta el flujo energético y los meridianos activando el cuerpo físico, mental, emocional y espiritual para lograr establecer la armonía del ser.
Lo más hermoso fue cuando pude integrar y combinar en mi práctica profesional la acupuntura y la cábala, ya que aprendí a conocer el cuerpo desde un nivel más elevado, el poder conocer y entender quiénes somos y cómo funcionamos en los distintos niveles del alma y como éstos niveles se interconectan con nuestro cuerpo.
Siempre es sorprendente poder observar la perfección y autorregulación del cuerpo, saber que somos una unidad y que así es como funcionamos, ya que todo nuestro ser está integrado; tanto la materia, la parte espiritual, los elementos de la creación… En fin, hacer consciencia y comprender que nosotros mismos tenemos las herramientas para sanarnos y generar nuestro propio bienestar ha sido un regalo de Ds.
Cábala y acupuntura: cómo integrarlas
En este artículo hablaré un poco acerca de la acupuntura y la cábala para que podamos juntos darnos una idea de lo que se puede alcanzar al practicarlas de forma integrada y así, de manera más práctica, aprender cómo ascender a estados más elevados de consciencia.
Por medio de la acupuntura podemos llegar a un equilibrio y a una consciencia donde la persona puede darse cuenta de qué está generando con sus pensamientos, emociones, actitudes, la alimentación, etc., y saber el impacto que podemos generar cuando simplemente aprendemos a escuchar al cuerpo.
Pienso que todas las personas tienen dentro de sí mismas el poder para autosanarse. Sin embargo, no nos han enseñado a estar realmente en contacto con nuestras sensaciones, a escuchar al cuerpo y a validar nuestro sentir.
Este escrito trata de la integración y la unión del Árbol de la Vida, sus sefirot, con el manejo energético del ser que conforman el aura y los chakras, la acupuntura, el campo cuántico y la utilización de herramientas para crear mayor armonía en el sistema energético a través de la activación de la conciencia y de la meditación.
Hablaremos un poco del Árbol de la Vida, de la conexión que existe entre cada una de las sefirot, sus cualidades y frecuencias, con las emociones y los centros de energía llamados chakras y sus características, con el fin de integrarlas y poder lograr un mayor contacto con el alma, con lo que el ser necesita desarrollar, así como abrir la conciencia de que todos somos parte de la misma fuente creadora y descubrir lo mejor de nosotros mismos por medio de estas enseñanzas.
Aprender a manejar tu propia energía por medio del conocimiento del Árbol de la Vida y los centros de energía te llevará a generar mayor luz en tu camino, a ser consciente de lo que creas y proyectas a los demás, a concentrar tu propia fuerza y poder para dar a los demás lo mejor de ti mismo.
Muchas veces desgastamos nuestra energía en culpar y responsabilizar a los demás por los sucesos en vez de crear nuevas posibilidades y cambios positivos para la mejor solución y armonía de cada circunstancia.
Y para ello es importante que reflexionemos:
¿Qué tan responsable eres de lo que generas en tu vida? ¿Qué tan consciente estás viviendo? ¿De qué manera estas en contacto con tu cuerpo y tu alma? Y, por último: ¿Qué tanto deseas realmente encontrar tu propio equilibrio y bienestar?
Aprender a conectar con tu cuerpo, a escucharlo, es importante para lograr la salud completa en todos los niveles, ya que «el cuerpo habla lo que el alma calla».
Todo en la creación y el universo está compuesto de un cuerpo y un alma, con sus componentes materiales y los componentes espirituales que le dan vida. De ahí que una de las tareas que venimos a trabajar nos lleva hacia la creación de la unidad en el universo y a espiritualizar lo material por medio de unir, equilibrar y armonizar cuerpo y alma para que puedan actuar conforme a la voluntad del creador.
Por ello es importante saber cómo está conformada el alma y cómo se relaciona con el cuerpo, nuestros sentidos, los cuales son instrumentos sensoriales y son los que nos permiten captar la información del exterior y traducirla e interpretarla a nivel emoción, mente y espíritu.
Cábala, acupuntura y campo energético
Este curso nos propone comprender la función del campo energético, cómo lograr potencializarlo y aprender a manejar la energía personal por medio del conocimiento del Árbol de la Vida y los centros de energía.
Campos energéticos y niveles del alma
Dentro del cuerpo energético estamos conformados no solo por los chakras, que son los centros de energía, sino por el aura, que es el campo magnético que nos rodea.
Tenemos un cuerpo energético rodeado de campos, como son:
Campo físico, Campo emocional, Campo menta , Campo espiritual, Campo etérico, Campo informativo y Campo cuántico.
Estos campos energéticos se conectan con los distintos niveles del alma, con las sefirot y los puntos meridianos de los cuales habla la medicina china.
En la medicina china, para hacer un diagnóstico se considera el método de «órganos, sabor y emoción».
Para entender mejor esta idea veremos un ejemplo: La emoción del miedo nos va a repercutir en el riñón y el cuerpo, en ese periodo, va a necesitar comer diferentes sales. Esto genera un círculo vicioso, pues cuando la persona come sal en exceso el miedo va a mantenerse ahí por más tiempo. En este caso, la sal vendría siendo un veneno para la emoción y para el órgano.
El riñón es responsable de los huesos, el cerebro y su ventana al mundo es a través de la oreja; la calidad de audición es la calidad del riñón. Cuando las personas mayores pierden audición es porque la fuerza de su riñón esta disminuida a causa de la edad.
En el caso del hígado, su emoción es el enojo o el rencor. El ácido y los cítricos serían el veneno, y pasa exactamente lo mismo: la persona va a tener la necesidad de consumir ese sabor constantemente.
El corazón tiene la emoción de la alegría, pero, cuando está desequilibrado, su veneno es el sabor amargo, algo así como el café, y por eso hay personas que se toman 8 tazas de café al día, con lo cual muchas veces se daña el cuerpo.
Estos son algunos ejemplos de cómo al tomar consciencia de lo que cada uno de los organos maneja y cómo se conectan a nivel alma, cómo están las emociones y pensamientos, podemos mejorar la salud en todos sus campos y niveles.
Podemos relacionar algunas sefirot con las personalidades del alma y con las raíces de las emociones, dependiendo de si están en equilibrio o en desequilibrio, como podrían ser:
Jésed (Misericordia)
- Amor
- Se preocupa por el prójimo
- Extrovertido
- Sociable
- Emocional
- Cálido
- Sensible
- Sabe dar y compartir
Guevurá (Rigor)
- Temor
- Se preocupa de sus actos
- Introvertido
- Aislado
- Racional
- Frío
- Serio
- Pone límites
- Sabe recibir
Tiféret (Equilibrio)
- Belleza
- Se preocupa por hacer lo correcto
- Equilibrado
- Profundo
- Pensador o filósofo
Los 4 elementos y el crecimiento espiritual
Me gusta mencionar la conexión con los 4 elementos principales en la creación (fuego, agua, aire y tierra), los cuales contienen todos los recursos físicos necesarios para que el hombre avance en su crecimiento espiritual, pero tambien contienen las características que pueden inhibir e incluso revertir ese crecimiento.
Como ejemplo podemos mencionar el elemento fuego, el cual, en su constitución, es el más liviano de los cuatro, pues sus propiedades hacen que el calor se eleve. Es la fuente de la arrogancia, es la fuente de la ira; sin embargo, también es el que impulsa para vivir de forma intensa y salir adelante en la vida.
Es así que cada uno de ellos trata de perfeccionar los rasgos positivos del carácter, por un lado, y transmutar la energía de los rasgos negativos, por otro. Es el reto más serio que uno enfrenta a lo largo de su vida.
El trabajo del ser humano es equilibrar las sefirot respetando la consciencia de cada una, logrando el equilibrio. Como ejemplo: dar de más genera un bloqueo en el dar; así mismo, ser demasiado riguroso genera un desequilibrio, con lo que entendemos que alineando las sefirot y trabajándolas en conciencia podemos lograr el bienestar, la salud y el equilibrio.
El carácter y los órganos del cuerpo
Los rasgos principales del carácter son paralelos a los diversos órganos del cuerpo.
El apuro y la impulsividad están asociados con propiedades del agua – inestable como el agua – el agua no permanece quieta. Aun cuando las cosas parecen no estar en calma, una pequeña e incontrolada pasión puede causar ondas a través de todo el sistema emocional, generando finalmente una turbulencia interna que no deja lugar a la paz interior.
Hace falta mucha paciencia para esperar con calma a que pasen las tormentas con las que nos enfrentamos a lo largo de la vida, la mayoría de las pasiones se presentan en la forma de urgencias. Para cada objetivo espiritual existe un obstáculo material correspondiente. Esto se debe a que en cada nivel, en cada momento, en cada situación de la vida debemos tener libertad de elección para poder decidir qué camino tomar.
Pienso yo que ahí es donde está el verdadero libre albedrío, en las elecciones que ejercemos como individuos y en las repercusiones que estas tienen tanto en el cuerpo como en el alma.
Podríamos decir que, desafortunadamente, el ser humano constantemente cae bajo el dominio de los tres órganos principales: hígado, vesícula biliar y bazo, cuyo resultado es la destrucción, la ira y la cólera.
Estos se encuentran entre los principales órganos encargados del procesamiento de nutrientes, del filtrado de la sangre y de la disposición del exceso de fluidos de la materia de deshecho. Estos órganos son la fuerza y el motor de las facultades espirituales: si se los deja sin control, sus efectos negativos manifestarán, las peores características de la persona.
Conectar cuerpo y alma para elevar la consciencia
Es así, con estos conocimientos, como podemos desarrollar la consciencia y aprender a estar más en contacto con lo que nos dice el cuerpo, el alma, elevando la consciencia y haciéndonos cargo de nuestro camino.
«Unificando la voluntad del hombre y alineándola a la voluntad divina, con la luz para fundirla en una sol y única voluntad». (Zacarías 14:9)
La cábala nos brinda la oportunidad de entrar en dimensiones de consciencia en las que ya no somos víctimas de las circunstancias, sino responsables y creadores de nuestro propio destino. Nos indica cuál es el camino más luminoso, es una guía que nos permite explorar el mundo haciéndonos conscientes de los retos que tenemos como individuos, así como también nos brinda las herramientas para poder superarlos.
El Árbol de la Vida es la fuente de la sabiduría. Cuando el hombre actúa de acuerdo a su consciencia adquiere el conocimiento para evitar cualquier tipo de sufrimiento, aprendiendo a elegir entre el bien y el mal, transformándose en socio activo del programa divino.
Te invito a conocer más de este tema, a conectarte con tu ser, tus emociones y entender quién eres y cómo tu cuerpo es la herramienta que te puede llevar a manifestar tu ser en consciencia y la luz que llevas dentro.
Bendiciones,
©Liz Laniado
Consulta el perfil de la profesora Liz Laniado en la Escuela de Cábala: Ver perfil