¡Con todo mi amor! A la primera generación de Maestros de Cábala de nuestra Escuela

ESCRITO POR MARIO SABÁN [director de la Escuela de Cábala].

Fue un momento inolvidable para mí: nace la primera generación de Maestros de Cabalá de la Escuela que tengo el privilegio de dirigir.

Durante dos años (2019-2021) no solo se han leído libros, se han escuchado las clases y se han comprendido las diferentes teorías de los sabios de Israel, sino que nuestras almas han experimentado un cambio interior.

La gran mayoría de los alumnos de la Maestría de Cábala me han manifestado que sus almas experimentaron un aumento de los niveles de consciencia. Nadie, por supuesto, puede demostrar esa sensación interior, pero doy fe de que muchos de los alumnos se han convertido en mejores seres humanos.

Si una persona ingresa en la cábala y solo proyecta sus “oscuridades” al exterior y no realiza el cambio interior, no podrá disfrutar de la luz divina.

Existen muchos maestros de cábala, pero no todos la sienten en su interior. Y lo importante es que cada uno sea maestro de sí mismo.

Fue una noche para la historia: el martes 22 de junio de 2021 fue la última clase de la primera generación de la Maestría de Cábala de nuestra escuela.

Durante dos años no vi sus caras, en esta última clase revelamos el secreto de nuestra emoción interior, pude contemplar los rostros de felicidad por el crecimiento que hemos tenido juntos y, al mismo tiempo, la melancolía de dejar la Maestría.

Impartí una clase sobre mi experiencia personal, porque ahora es dentro de la vida misma donde encontraran encarnadas las dimensiones del Árbol.

¡La derecha da, la izquierda rechaza, buscad el pilar del medio y subid a Dios a través de la consciencia!

Los primeros quince días de julio los futuros maestros rendirán sus exámenes para obtener el certificado de Maestro que otorga nuestra Escuela.

Pero, reitero, que más allá de los libros, de los títulos, de los certificados, lo importante para la cábala es el cambio interior que hemos tenido estos dos años juntos, estudiando y creciendo.

Agradecer a Lina Camí y a su excelente equipo que la acompaña, a Daniela Berdichevsky, a Yosef Vargas, a Xavi Iglesias y a Carol Camí por sus dotes profesionales y por su inmenso cariño a la hora de toda la organización de la Maestría.

Con amor cierro estas líneas, emocionado de brindar con todos vosotros con la bendición ancestral del “Shejeianu” que dice:

«Bendito eres Tú, nuestro Dios, Rey del universo, que nos diste vida, nos sostuviste y nos permitiste llegar a este momento». Y decimos: «Amen».

Que nuestros ojos puedan vislumbrar la rectificación del mundo, la unión de todos los hombres sin distinción y que los maestros que salen de nuestra Escuela lleven con orgullo el título que tenemos todos: el de «Hijos de Dios».

No hay más títulos que este, pero conseguirlo es muy, pero muy difícil.

A todos los maestros de Cábala de la primera generación de la Escuela, que siempre seáis «luz» y nunca dividáis a la gente, y cuando os ataquen, comprended siempre que el Satán está ahí para otorgarnos más luz.

¡Con amor!

©Mario Sabán

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